San Dionisio del Mar refleja con nitidez la descomposición del sistema político y las debilidades de las instituciones frente a la prepotencia e ilegalidad de las bandas electoreras o los cacicazgos que se niegan a desaparecer.
Durante décadas la zona lagunar en el Golfo de Tehuantepec ha sufrido el acoso del crimen organizado que tomaba la zona como pista de aterrizaje con aeronaves repletas de cocaína procedente de Centroamérica; luego, el bombardeo de paquetes o el avituallamiento de submarinos hechizos, fue también parte de las rutas alternas para el tráfico de migrantes y escenario del naufragios de indocumentados que pretendían escapar de los retenes en carretera; durante todo ese tiempo, fue constante el aparente abandono institucional por parte de los 3 niveles de gobierno.
Con la llegada de los grandes proyectos de energía eólica en la zona se organizó también la resistencia de grupos que se opusieron a las inversiones y denunciaron por igual a los gobiernos y a las empresas. Sin embargo, de manera paralela aparecieron también los negociadores o representantes que en los hechos, en reuniones semi-clandestinas, fungían como cabilderos.
La aparente ingobernabilidad política de San Dionisio del Mar parece nutrirse de todas esas corrientes que quieren fuera y lejos a la policía o al ejercito. En el 2010 algunos de esos grupos tomaron el palacio municipal y destituyeron al presidente municipal en turno acusado de haber recibido 20 millones de pesos para permitir la instalación del parque eólico de la empresa Mareña Renovable
Durante más de una década el robo de urnas, la destrucción de papelería electoral, los bloqueos de caminos y carreteras y hasta los enfrentamientos y balaceras fueron casi la constante en las elecciones locales.
En las elecciones de Junio del 2016 todos los partidos políticos, PRI, PRD, MORENA y los partidos satélite se pusieron de acuerdo y declinaron a favor de Teresita de Jesús Luis Ojeda, dos años después, algunos de esos mismos ciudadanos y sus partidos, hoy la acusan de casique.
Los militantes de MORENA que se oponen a la reelección de la alcaldesa reventaron con violencia la elección constitucional e impidieron la extraordinaria; durante meses exigieron mesas de trabajo y finalmente consiguieron un acuerdo para gobernar el municipio por un año y medio cada grupo y sus respectivas candidatas. Al final tampoco cumplieron el acuerdo; luego fueron al congreso y encontraron que la única solución era la designación de una administración municipal ante la incapacidad de las y los mareños autogobernarse, y tampoco aceptan esa resolución.
Hace algunas semanas, la Candidata Magaly y sus compañeros de MORENA interceptaron al presidente para exigir su intervención ante el gobierno de Oaxaca, el Congreso y ante el INE, es decir, le pidieron que viole la constitución, que rompa el pacto federal y elimine la división de poderes para que finalmente ellos se queden con el poder municipal.
8 días después, integrantes de ese grupo interceptaron a un ex presidente municipal, con lujo de violencia lo secuestraron y quemaron su camioneta. Otra vez la impunidad, no hubo ni siquiera una llamada de atención de las instituciones ante la violencia.
No son pocos los que señalan que San Dionisio del Mar no recibe muchos recursos, tampoco es un municipio rentable políticamente por el numero de habitantes, entonces, ¿que justifica tantos años de conflicto y ausencia del gobierno en esa zona?
Hoy que recrudece el conflicto aparecen de manera insistente los nombres de los hermanos Flavio y Horacio Sosa junto con los también hermanos Gloria y Héctor Sánchez López. Serán ellos los cabilderos que quieren representar a los mareños o solo son aliados circunstanciales de la crisis?.