Cada 2 de febrero, millones de familias mexicanas llevan a bendecir al Niño Dios. El Día de La Candelaria, tradición que se remonta a la época Virreinal, cuando los rituales prehispánicos se fusionaron con las nuevas creencias europeas.

Personajes, costumbres e instantes cotidianos nacidos de rábanos, flor inmortal y hoja de totomoxtle, hacen de la Noche de Rábanos un momento mágico, un instante que brota de las raíces, del aire y del tiempo. En la víspera de Navidad, los artesanos plasman el aroma de la tierra y la tradición.

Hombres y mujeres conviven eufóricamente entre entre su fe, sones y ríos de cerveza. Las Velas del Istmo, nacieron para adorar a los peces, al mar, a las flores y los frutos. Con el paso de los años, esas festividades se ofrecieron a los Santos católicos y ahora preservan la cultura de los zapotecas.

Una de las tradiciones más arraigadas de Oaxaca son sus mercados. En cada barrio o colonia de las ciudades importantes existe uno. Los colores, olores y sabores inundan los pasillos de los mercados, donde sus sentidos pueden disfrutar de deliciosos manjares.