La disque Cooperativa de Cementos Cruz Azul, ese cadáver embalsamado que ha sangrado y descarnado la familia Álvarez, cada vez se acerca más a su entierro. La voracidad de esa familia la llevó a toda clase de excesos y abusos.

La seudo Cooperativa ha logrado sobrevivir porque su principal materia prima la tiene regalada, las piedras de los cerros que se está acabando en su fábrica de Lagunas, Oaxaca, en el municipio del Barrio de la Soledad, zona norte del Istmo de Tehuantepec. A donde llegó en 1941.

Cruz Azul, sin cooperativismo

Cruz Azul dejó hace mucho de ser cooperativa, luego que en 1953 Guillermo Álvarez Macías, el padre de los Álvarez Cuevas “lavadores de lana” de hoy, la rescatara de la privatización a que la llevaban a espaldas de los trabajadores. En 1955, lo eligieron gerente general, cargo que desempeñó hasta su muerte en1976. Los privatizadores fueron expulsados.

Los hijos, Álvarez Cuevas, heredaron la dirección de la empresa y se adueñaron de ella, la privatizaron para ellos, pero ni siquiera bien privatizada, con la administración de una gran industria, con una élite ejecutiva capaz, técnicos e innovaciones tecnológicas. Nada de eso.

Manchan hasta al equipo de fútbol

En 2007 realizamos un amplio trabajo para la Revista EN MARCHA, publicado en varios números, entrevistamos a trabajadores, profesionistas, consultamos el libro de su historia, su fundación en 1881, de donde vienen sus raíces. Visitamos a sus trabajadores, acudimos a tomar fotos de los elefantes blancos derivados de la cementera. Incluso, logramos entrar a la fábrica. Entonces, esta gran industria ubicada en el Istmo, carecía de al menos una pequeña oficina de Comunicación.

Presumían por entonces ser “empresa de tres siglos” sumidos en la corrupción, hasta en su equipo de fútbol. Escuadra errática, reflejo de su patrocinador, que también usa Billy Álvarez para saquear a Cruz Azul a través de empresas fantasmas que le venden facturas. Cuentas bancarias también aseguradas recientemente por la Unidad de Inteligencia Financiera, cuya investigación ha revelado esta serie de desvíos.

En esos años de los reportajes, la Cruz Azul de Lagunas tenía 4 mil trabajadores, de los cuales sólo el 10 por ciento formaba parte de la “Cooperativa”, esto es unos 400 socios. Los demás eran contratados por fuera, con sueldos bajos, uno de ellos nos declaró: “hace tres años que no tenemos aumento de sueldo”.

Socios subordinados, comprados barato

Los pocos socios, cooptados por Guillermo Álvarez Cuevas, el cacique mayor, son su masa de apoyo acrítica. A final de año recibían una fuerte cantidad de dinero, cambiaban de auto o de esposa, pues ahí también se da la mayor cantidad de divorcios y desintegración familiar.

Pero los socios tampoco reciben los millones que produce la empresa, con unos cientos de miles los contentan. Pero sí los dejan hacer y deshacer, ellos y sus hijos ostentan los mejores puestos, aunque no sean capaces (y abundan), si un hijo de socio termina una carrera, lo ponen de jefe de lo que sea y bajan o corren al que no es socio aunque sea una eminencia. Así, la calidad de personal, sostén de cualquier empresa, cayó a ras de tierra. Con esto la debacle era inminente. Todo los que se pierde por decisiones erradas, sin conocimiento ni experiencia.

También los han dejado armar negocios golondrinos con las cuales justificaban millones de pesos que desviaban, auténticos elefantes blancos como la Textilera “Generación 2000” en la población de Niza Conejo, nave industrial de gran dimensión que abandonaron después de dos años. Quedaron sin empleo 400 trabajadores. También granjas de pollos, que cerraban después para ir a nuevos proyectos efímeros. Recordar que en la construcción se hacen los mejores negocios chuecos.

Las privatizaciones de los Cuevas

Los Cuevas construían fábricas fuera de la Cooperativa, sin que los sumisos socios dijeran algo, la fábrica de Tepezalá, Aguascalientes y la de Puebla tienen otra denominación social. En Lagunas, crearon dos pequeñas Cooperativas subsidiarias de la cementera para tener socios baratos, la Istmeña y la Sociedad Cooperativa El Barrio de la Soledad, así como muchas otras como cajas de ahorro, supermercados, agencia de viajes, gasolinerías…

¿Qué negocio dejaban para la gente local pues? CEMEX no hace eso, por cierto, empresa mexicana que nació mucho después y hoy es líder mundial del cemento, mundial.

La falta de responsabilidad social de la industria es de escándalo en el Istmo, su pleito con el municipio de Chihuitán al que pagaban 3 pesos con 50 centavos por tonelada de piedra puzolana, insumo para una variedad del cemento, diferente al portland. Prefirieron viajar mucho más lejos por el material que aumentar un poco su pago.

En ese entonces el costo de producción del cemento era de 300 pesos y la venta del producto final por parte de la fábrica de 1 mil 600 pesos. Además, otro enclave de corrupción era y es que los ejecutivos de la cooperativa la venden a quien les da algo a cambio, así pocas ferreteras monopolizan el cemento, las españolas Rodi Raban y Romasa. Así es como esos ejecutivos han viajado dando varias vueltas alrededor del mundo, nos comentan sus conocidos en Matías Romero.

Las pequeñas ferreterías sufren con ello, tienen que comprar el cemento a esas dos monopolistas cuya matriz las tienen en la Ciudad de Oaxaca, pues la gente sigue exigiendo Cruz Azul, sin saber que ese producto, otrora orgullo de México, ya no es el de mejor calidad del país. En Guatemala fueron prácticamente vetados.

Billy candidato a la cárcel

Quizá ahora Guillermo Álvarez sí vaya a la cárcel y ese magistrado que tenía corrompido ya no pueda salvarlo, pues durante los gobiernos anteriores contó con la complicidad y apoyo de los mismos. Sin el inédito trabajo de la actual Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno de la República, seguiría impune.

Pero despojados desde hace mucho de la doctrina cooperativista, difícilmente podrán los socios rehacer su empresa social. La semana anual de cooperativismo que realizan es mera simulación. Tampoco cuentan con las estrategias modernas de la gran empresa privada. Al contrario, se manejan como las viejas paraestatales de la era priista, con dispendio y patrimonialismo. Una enorme empresa donde rigen los lazos familiares, no las capacidades, ni la meritocracia. Dos hermanos Álvarez y un cuñado de ellos en la cúspide de la empresa, y así para abajo.

Tanta estulticia justo es que la paguen con el sepelio de la industria, pero sería grave que miles de obreros se quedaran sin empleo, aunque sean sueldos bajos es mejor poco que nada. Los socios lo merecerían por más de 50 años de pusilanimidad. El último reducto discursivo del cooperativismo impulsado por Lázaro Cárdenas, en plena decadencia. El padre de los Álvarez de hoy expulsó a los privatizadores de la empresa en el siglo pasado, ¿habrá ahora quién expulse a los destructores de la Cruz Azul? Ya se verá.

www.revistaenmarcha.com.mx, lc.blas@gmail.com y @blaslc