Inmersos en la tercera ola del Covid-19, nos enteramos por la prensa nacional de la declaración de la vicepresidenta de Colombia, Lucía Ramírez que afirmó que México y su país van contra el narco ( Andrés Becerril. Excelsior, 24 de julio, 2021. Disponible en : https://www.excelsior.com.mx/nacional/mexico-y-colombia-van-contra-el-narco-pone-en-riesgo-la-democracia-lucia-ramirez/1461734 consultado 24 de julio, 2021)
Las declaraciones de la vicepresidenta colombiana fueron muy generales, pero el tratamiento del tema del crimen organizado se queda en el nivel de la policía, el reforzamiento de la vigilancia, etc. La posibilidad de tratar el problema del crimen organizado desde una perspectiva económica y financiera al parecer no se toca.
Hace dos años escribí que el entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, presentó una política sobre seguridad interior, cuyo punto central era la creación de una guardia nacional que, según los conocedores dejaría sin modificar el efecto de militarizar la seguridad pública; lo que está próximo a confirmarse con la reforma que el propio presidente López Obrador propondrá para que la Guardia Nacional quede bajo el mando de las fuerzas armadas.
Pero las declaraciones del entonces presidente electo eran sustancialmente diferentes de su postura actual pues afirmaba que endurecería los controles del sistema bancario en el país para luchar contra el lavado de dinero.
Este tema es clave en el control y reducción del crimen organizado. Entre otras, la experiencia italiana demuestra que el uso de la violencia del Estado y el perfeccionamiento del sistema judicial tienen como condición de éxito sine qua non, el control del sistema financiero que permite el llamado “lavado” de dinero. Al respecto, un libro recomendable para conocer del contexto histórico y los mecanismo de la limpia de dinero con origen criminal.
El gobierno mexicano ha estimado que por el narcotráfico, delitos fiscales y algunos otros crímenes, se generan utilidades en el mundo por al menos 1.13 billones de pesos cada año (unos 58 mil 500 millones de dólares), monto que es susceptible de ser sometido a lavado de dinero, según un reporte clasificado según dió a conocer la agencia Reuters en octubre de 2017.
Por otra parte, se afirmaba en el Proyecto De Nación 2018- 2024 de MORENA lo siguiente:
“La vinculación entre el crimen organizado y el capital financiero es un fenómeno global. La ONU ha señalado que las ganancias anuales de las bandas criminales trasnacionales que se lavan en el sistema financiero internacional superan el billón 300 mil millones de dólares, lo que equivale a la riqueza de los 49 países menos adelantados del mundo. En México, la conservadora y cauta cifra que ha sido calculada por las autoridades hacendarias señala que el narcotráfico lava anualmente entre 20 y 30 mil millones de dólares.” (p. 39)
“Los bancos y las instituciones financieras no son las víctimas, sino los principales responsables y beneficiarios del total descontrol en materia de lavado de dinero que existe en el país”, decía la propuesta de programa de gobierno divulgada por el líder del partido Morena en 2018 en su página 40.
En el Proyecto de Nación 2018-2024 se establecía políticas para el combate al crimen organizado desde una perspectiva diferente a la actual:
• Colaboración internacional para el combate a paraísos fiscales
• Endurecimiento de controles del sistema bancario sobre lavado de dinero
Investigación minuciosa y cancelación de empresas fantasma
• Auditoría inmobiliaria en los Estados Unidos de personajes mexicanos provenientes de la política y los altos negocios
• Ley de conflictos de Intereses en materia financiera
• Eliminación de programas de consolidación fiscal
• Mayor disciplina en el combate de delitos tributarios y trasparencia total en declaraciones juradas y patrimoniales
• Eliminación absoluta del secreto bancario, fiduciario, y fiscal cuando se
Proyecto de Nación 2018-2024
investiguen tributarios y financieras ilícitas.
delitos prácticas
• Aumento de los controles sobre banqueros y financieros e instauración de nuevas sanciones para los servidores públicos que colaboren con este tipo de delitos (p. 41).
¿Qué sucedió con esa estrategia? Enumero las medidas propuestas porque deberían incluirse, si no lo están, en las agendas que el gobierno de México convenga no sólo con Colombia, sino con los Estados Unidos de Norteamérica y otros países.
El sistema financiero mexicano está compuesto por más de 5 mil entidades de muy diversa índole, y el sector bancario es liderado por los bancos españoles BBVA Bancomer y Santander, así como el estadounidense Citibanamex. ¿Se hará algo?
Con la declaración de la viceministra de Colombia, es ahora el canciller Ebrard en que se topará con el problema del lavado de dinero en el sector financiero. ¿Colaborarán los gobiernos de México y Colombia bajo una estrategia de inteligencia financiera y erradicación del lavado de dinero? O seguirán con el distractor de la “guerra contra el narco” y la militarización de ambos países.