* No ha servido que los responsables de la seguridad pública, prevención y persecución de los delitos cuenten con el apoyo incondicional del mandatario estatal en el gobierno de la Primavera Oaxaqueña.

* El maquillaje vía reclasificación de las estadísticas sobre la cada vez más brutal violencia contra las mujeres oaxaqueñas no oculta la dimensión y magnitud real del problema, por el contrario, lo agravan.


Las agresiones, asesinatos y desapariciones, especialmente de las mujeres oaxaqueñas, y los feminicidios, dañan severamente la imagen del cierre del segundo año de gobierno de Salomón Jara.

La desaparición forzada de las activistas, mexicobritánica Claudia Uruchurtu Cruz, y Sandra Estefana Domínguez Martínez y su esposo Alexander Hernández son escándalos nacionales e internacionales.

La diputada federal Aracely Cruz continúa demandando desde la tribuna de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión la localización con vida de la ex candidata a diputada del PAN- PRI-PRD.

Ante esta situación, el gobernador Salomón Jara debe correr antes o después de su Segundo Informe de Labores a los servidores públicos que no quieren o no pueden frenar la imparable violencia.

No ha servido que los responsables de la seguridad pública, prevención y persecución de los delitos cuenten con el apoyo incondicional del mandatario estatal en el gobierno de la Primavera Oaxaqueña.

El maquillaje vía reclasificación de las estadísticas sobre la cada vez más brutal violencia contra las mujeres oaxaqueñas no oculta la dimensión y magnitud real del problema, por el contrario, lo agravan.

No funciona eficaz y eficientemente la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y Seguridad que a diario se reúne con la participación de funcionarios de los tres órdenes de gobierno.

Así lo prueba de manera fehaciente la terca realidad de los hechos que finalmente terminan por imponerse. No hay pretextos ni excusas que valgan ni justifiquen lo injustificable ante la cruel realidad.

Del 4 de octubre a la fecha 10 mujeres han sido asesinadas y víctimas de feminicidio de un total de 86 personas muertas. Y en menos de 48 horas, dos mujeres desaparecidas fueron asesinadas en Oaxaca.

Después que fueran encontrados los restos de Judith Vianey Toledo, embolsados y enterrados en el patio de la casa del feminicida, se encontró el cuerpo sin vida de Soledad Cruz González, de 20 años.

Según el monitoreo del Grupo de Estudios Sobre la Mujer (Gesmujer) “Rosario Castellanos” la Fiscalía General del Estado de Oaxaca solo reconoce 13 feminicidios, provocando discrepancia con la realidad.

Se suma la ejecución de Adriana y Virginia Ortiz, activistas y militantes del Movimiento de Unificación de Lucha Triqui, hermanas de la defensora de derechos humanos Emelia y Eleazar Ortiz, dirigente del MULT.

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